Es comprensible que el grupo pionero en delimitar el sonido del rock urbano se llame Asfalto.
Julio Castejón ha sido el alma de este grupo, siempre respetado pero tal vez poco reivindicado por la memoria colectiva. Gracias al empeño de Castejón el grupo no visitó el depósito de cadáveres cuando, después de publicar su álbum de debut, en 1978, José Luis Jiménez y Lele Laina lo dejaron desangrándose para dar vida a Topo.
José Luis Jiménez, al bajo, junto a Mario del Olmo a la guitarra y Pancho Campany a la batería, formaban, a finales de los 60, una banda pop que se movía con buen crédito por los circuitos del ambiente musical de la época. Se hacían llamar “Tickets”. En el otoño de 1972, con la publicación de dos discos sencillos, la compañía, discos Acción, les obliga a cambiar su nombre por el de Asfalto y, tal vez como consecuencia de la escasa repercusión que tuvo el lanzamiento, el grupo se deshace justo a comienzos de 1974.
José Luis Jiménez contacta con Julio Castejón, ambos ya se conocían, para poner en marcha un nuevo proyecto contando con Enrique Cajide a la batería y el guitarrista Chema Arrillaga. Los compromisos que Julio y Enrique tenían contraídos con Handicap, la banda de la que proviene, hace que, en el verano de 1974, la formación actúe bajo ese nombre.
Concluido el verano de 1974, tanto Jiménez como Castejón, contraen matrimonio con sus respectivas parejas y es, al regreso de un viaje compartido por Inglaterra, cuando ya tienen claro el tipo de banda que quieren formar. A instancias de Castejón, se valora la posibilidad de rescatar el nombre de Asfalto a lo que, con alguna reticencia, Jiménez acepta.
Chema Arillaga deja la formación en diciembre de ese mismo año, siendo sustituido por Lele Laina, un buen guitarrista, pero sobre todo una voz perfecta.
Juntos, dan forma a una banda espléndida que vive un momento histórico excepcional: los años de la transición política en España. Cientos de conciertos marcan su agenda en los que, tomando postura a favor de las libertades, pasean su música por las universidades del país, así como por los primeros festivales rock que se celebran. Para muchos, Asfalto, son cantautores eléctricos cuyas letras fotografían la realidad social de las calles de aquel ilusionante tiempo. De ahí que sirvan de referencia para muchas otras bandas que se identifican con su línea, lo que vino a denominarse “rock urbano”.
En 1977 fichan para el sello Chapa Discos, quien les permite grabar un primer L.P. con su propio repertorio, convirtiéndose con ello en la primera banda de rock madrileño que consigue hacerlo.
La grabación es caótica y a ninguno de los miembros deja conforme. Es entonces que José Luis Jiménez y Lele Laina optan por poner en marcha un nuevo proyecto junto a Terry Barrios, reconocido batería y amigo personal de ambos. Julio Castejón y Enrique Cajide, tras muchas dudas, se deciden por mantener el nombre de Asfalto, aun cuando, con la ausencia de sus ya excompañeros, son conscientes de que, necesariamente, la banda que van a formar tendrá notables diferencias con la que acaba de desmembrarse. Estamos en la primavera de 1978.
Cuando todo indicaba funeral a la vista, apareció el teclista Jorge Gª. Banegas y su capacidad de compenetración con Julio Castejón para componer canciones que erizan la piel. Enseguida el enfermo terminal se levantó de la cama y empezó a cobrar una salud de hierro. José Ramón Pérez “Guny” será el bajista que completará la formación. De inmediato el cuarteto se pone en ruta iniciando una gira permanente que se extenderá a lo largo de los siguientes ocho años.
Nada hacía pensar que el éxito de aquel primer álbum fuera de tal magnitud que, incluso hoy día, está considerado como toda una reseña fundamental. Pero tampoco es menos cierto que “Al Otro Lado” el disco que le precede, ya facturado con la nueva formación, igualmente sorprende a propios y extraños. Hoy ese álbum, es considerado como todo un paradigma del mejor rock progresivo que se hiciera hasta el momento en España. Ambas bandas, Topo y Asfalto, remontan y se hacen un hueco, pero Asfalto, pese a los vaticinios, remonta aún más que la formación liderada por Jiménez.
El grupo fabricó hasta 1986 una serie de álbumes todos ellos tan brillantes como eclécticos. Propusieron un rock inédito hasta el momento situado entre los sonidos heavies y el sonido más melódico de los mejores grupos de pop, sin dejar de procesar esa tendencia natural en ellos que los hace pasearse sin complejos por el lado progresivo. El integrismo rockero de aquellos años, no soportaba ningún atisbo de heterodoxia y en cierto modo los condenó a cierto injusto ostracismo.
Su pertenencia a tierra de nadie les privó de mayor esplendor en la hierba, tal vez, pero, a cambio, les permitió parir discos imprescindibles en la historia del rock español: su debut en el 78 y esa obra maestra parida en el 83 titulada “Más que una intención”, álbum con el que la banda pasaba a ser quinteto. Allí puso su envolvente y cálida voz Miguel Oñate, un tipo con aura hippie que subrayaba tanto lo que cantaba que te hacía creer que guardaba un rotulador rojo en la garganta.
Asfalto glosan en sus canciones lo cotidiano, las pequeñas tragedias o alegrías de lo cercano. Son más amigos de fotografiar el detalle que de retratar estampas demasiado aparatosas. A menudo sus textos se centran en los aspectos que forman parte del universo emocional del individuo. Crónicas del tiempo que les ha tocado vivir.
Vivieron sus arranques con Chapa con el alumbramiento de cuatro magníficos discos: “Asfalto” (78) “Al Otro Lado” (78) “Ahora” (79) y “Déjalo Así” (81) y, desde el comienzo, gozaron del aprecio de la gente sensible. Pusieron banda sonora a la vida de muchos con canciones emblemáticas como: “Capitán Trueno”, “Días de escuela”, “Mujer de plástico”, “El Viejo” “La otra María”, “Canción para un Niño”… dejo de nombrar otras no menos relevantes.
Luego de la época Chapa, que concluye en 1982, tiempo que desemboca en Snif, gestionado en forma de sello independiente por Castejón y Cajide, gozaron de una época creativa de vacas gordas como ballenas cuando parieron la trilogía compuesta por: “Más que una Intención” (83), “Cronophobia” (84) y “Corredor de fondo” (86).
En 1987 el grueso de los integrantes que han pasado por la banda, y dentro de un periodo de cese de giras, celebran sus quince años como banda, regrabando alguno de sus grandes clásicos. Por entonces, todos con los 40 años cumplidos, pacifican su sonido y entran en aparente hibernación.
En 1989, tras el fiasco de un proyecto que compartían Jiménez, Castejón, Laina y el propio Terry Barrios, deciden publicar bajo el nombre de Asfalto “Solo Por Dinero” un álbum relajado donde queda perfectamente fotografiada la realidad de unos músicos capaces de mostrar como pocos el dominio del proceso creativo para entregar una obra adulta, una obra que muchos rockeros integristas no alcanzan del todo a comprender, ni en forma ni en concepto, pero que, pasado el tiempo, terminan por reconocer como una gran obra.
Retoman las giras con Terry Barrios en la batería hasta que éste se enferma y fallece en 1992. Es en un acto de homenaje a su desaparecido compañero, cuando vuelven a subirse al escenario justo la que fuera la banda en su formación de debut, con Cajide a la batería. Pocas semanas después anuncian una gira “Retour93” y la grabación de un nuevo disco que se publicaría justo al año siguiente, en 1994, un álbum titulado “El Planeta de los Locos”, un disco maravilloso que parecía cerrar la carrera anudándose con el histórico primer álbum como un satélite que completa su ciclo, justo cuando la banda anuncia que no habrá más giras.
Hasta aquel momento, la carrera de Asfalto había marcado varios hitos: fueron los primeros en grabar un disco con Chapa, los primeros en tocar en Londres y en el mítico Marquee Club, los primeros en realizar una gran gira organizada, los primeros en editar un recopilatorio, los primeros en publicar un disco doble de estudio (Déjalo así), los primeros en autogestionarse, los primeros en grabar un video-elepé (Más que una intención).
Julio Castejón una vez más convirtiéndose en motor de continuidad, en 2008, después de una docena de años dedicándose a la producción discográfica, y también a publicar discos bajo su propio nombre, decide rearmar la banda basándose, no en una vuelta al pasado, sino reafirmando su presente, con un nuevo disco, “Utopía” (08). Monta la banda con nuevos músicos y con ella construye un espectáculo en el que rememora lo más sustancial del repertorio que culmina en 2009 con la edición de “Al Fin Vivos” (09) (CD/DVD). Definitivamente, por fin, Asfalto muestra, por primera vez en su larga historia, su delicioso perfil en directo con una formación potente integrada por músicos profesionales de gran nivel.
En junio de 2012 se produce el regreso de Jorge García Banegas tras 25 años de ausencia. La banda se reorganiza tras algunas entradas y salidas de varios de sus componentes, hasta que, a comienzos de 2013, parece que se encuentra una formación estable integrada por Jorge y el propio julio, a los que se suman dos reputados músicos José A. Guereñu “Gere” al bajo y Arturo García a la batería. Realizan diversos conciertos por España y también visitan América. Anuncian la grabación de un nuevo disco y el inicio de una gira.
A principios de junio de 2014, sorprendentemente, Jorge Gª Banegas anuncia que deja Asfalto aludiendo incompatibilidades musicales. El propio grupo emite un comunicado en el que dice que respetan la decisión del histórico teclista, pero que, aun sin él, la banda publicará en septiembre de ese mismo año “El Color de lo Invisible” (14). El retorno de Jorge a la banda en el verano de 2012, había despertado muchas expectativas que, para sus seguidores, quedan frustradas. El vacío dejado por Jorge es ocupado por un músico de contrastada calidad; Nacho de Lucas.
Para entonces la banda ha regresado a la formación de quinteto con la incorporación de Paul Castejón, hijo de Julio, un joven pero experimentado músico multi instrumentista, además de productor de otros artistas. La nómina se completa con Pablo Ruiz al bajo. Esta formación parece consolidada y es la que, en febrero de 2017, publica “Crónicas de un Tiempo Raro” (17) un álbum que refleja perfectamente como un nombre histórico ha sido capaz de regenerarse para ofrecer una versión de si mismo equiparable a la mejor de su larga trayectoria. Esto queda reflejado en el directo “Sold Out” (17) que pocos meses después ve la luz reflejando un concierto que rememora el 45º aniversario de la banda.
2018, 2019… y llego la pandemia que lo cambia todo.
Un parón que afecta a todo el sector también se refleja en la actividad del grupo. Con muchas limitaciones se llevan a cabo algunos conciertos. Los conciertos de la mascarilla quedan para la historia como un quisiera pero es imposible. Tanto así, que, puede que cansado de luchar una vez más contra las adversidades, Castejón reúne a medios y amigos para en un acto público anunciar el final de Asfalto. Algo que se materializa en un único y último concierto multitudinario, celebrado el 13 de mayo de 2024 en la ciudad que les vio nacer, Madrid.
Y «Asfalto dijo Adiós» (23) refleja todo lo que pasó aquella noche tan emocionante donde coincidieron el grueso de las músicos que, en un momento u otro, formaron parte de la historia de la banda pionera del rock español.
Conclusión: bien puede decirse que las acciones de Asfalto son un valor que no decae, si se permite este símil mercantil. Julio Castejón, acompañado de todo un valioso elenco a su alrededor: músicos, técnicos, management, etc. han convivido por décadas en un equilibrio difícil de sostener tanto entusiasmo. La belleza, la determinación, la sensibilidad y la honestidad de su obra, son las cuatro patas sobre las que se sustenta todo un legado.
El día en que se anunció el final de Asfalto, Julio pronunció estas palabras: «el viejo barco, cansado, ha sido anclado en puerto tras una larga y apasionante travesía, pero que nadie piense que acude a su desguace».
Asfalto por y para siempre… «iré contigo más allá…»